Mis Escrituras

viernes, 23 de junio de 2017

¡Maldito Sistema!

La escena única se desarrolla en la biblioteca de su casa, con una silla plástica en el centro, una mesa al lado con un trofeo en ella y unos cuántos libros.

Escena 1.

Ramón.
(Llega con un bolso pesado y unos cuadernos en sus brazos lo que enseguida deja caer en el piso, viste camisa manga larga blanca, pantalón de vestir de color oscuro y zapatos casuales. "Suspira cuando se sienta". Hay un silencio incómodo que dura hasta que es interrumpido por el sonido del celular que saca de un bolsillo de su pantalón). Señor Ramón, el ministerio del poder popular para la cultura del Estado Nueva Esparta, le comunica que hemos recibido su obra, la cual participa en... (Vuelve a guardar el celular en el bolsillo del pantalón). Ja, formalidades, yo sé que eso lo voy a ganar. Todo es tener mente positiva para estas cosas. Así nunca hayas sido reconocido, ten seguridad, que en algún momento de tú apreciada vida, te reconocerán. (Se levanta y habla sarcástico). ¡A lo mejor, cuando estés muerto! (Camina hasta la mesa y toma el trofeo). Todo lo que daría un principiante dramaturgo por uno de esto. Pero le es difícil, porque primero son los senectud con sus obras que no sorprenden, y se pavonean en un espacio cultural del estado, con esas falsas glorias que se quedan en un rincón, recibiendo polvo. (Coloca el trofeo en su lugar, camina a buscar la silla, la arrastra hasta la mesa, se sienta, toma un libro y lo lee, mientras habla). Porque en realidad, la gente quiere enamorarse de la obra a primera vista, jugar con su imaginación y llevar un vivo recuerdo de esa pieza que le erizo la piel. (Tira el libro hacia atrás con rabia). ¡Otra basura, de un autor que cree que a la sociedad le interesa cómo una damisela tira por el ano! ¿Dónde queda el intelecto del autor, para crear nuevas filosofía? ¿Dónde esta la sabiduría de las palabras, para hacer volar nuestra imaginación? (Se levanta y camina hasta una esquina y se sienta). Yo conocí a una persona y cómo él hay miles. Revolotea en cada dramaturgia que ha hecho y cree que su talento no lo tiene nadie, que tiene un talento innato, creado por los dioses y que es el único capacitado para predicar sus sabidurías. (Mofándose). Ese hombre es un infeliz, que vive en un mundo cargado de miserias, que lleva un cerebro lleno de mierda. (Se levanta y se quita la camisa, quedando en franelilla). Sólo apoya a unos pocos que le siguen sus parvas ideas. Y a los de mentes rebeldes cómo yo, que se expresa libremente, los expulsan con un paupérrimo diálogo de doble sentido. (Camina hasta la otra esquina y hace ademanes, como si estuviera acariciando a alguien). La oscuridad, hermosa oscuridad, que de ti se fijo soledad, soledad que eres capaz de volver a un genio demente. (Canta y baila, hasta llegar al centro). Bailar sólo es de desquiciado, hablar sólo es de locos, estar sólo es de asocial, quedar sólo es de deprimentes y morir sólo es de miserables. (Camina hasta donde está la silla, la rueda al centro, se sienta con pose relajada, se quita los zapatos y medias, y los coloca debajo de la silla). Soledad es mi mejor amiga. ¡Soledad! ¿Donde estás soledad? ¡Chica, no seas tímida, aquí no hay nadie de quién esconderse! Bueno, está tímida hoy. (Se levanta y se coloca detrás de la silla). ¡Estar sólo es pensar diferente a este insulso sistema! (Recoge el libro tirado en el piso y lo coloca en la mesa). Un sistema que está acabando con nuestra humanidad. ¡Es el típico poder de los Egipto! Pero, más disfrazado de cordialidad y compasión. (Camina de un lado a otro). Sabes, es difícil estar fuera de este sistema, porque tiene un control tan poderoso en nosotros, que sin el fuéramos unos indigentes. Pero, con el somos chimpancés, que no podemos pensar libremente, enjaulados en un laberinto sin salida, esperando la miseria que nos dan cada 15 días. ¡Todo unos esclavos modernos! (Se sienta y queda pensando). ¿Qué hacíamos cuando ese papel de colores adictivos no existía? ¿Qué hacíamos cuando no esperábamos por una quincena? ¿Qué hacíamos cuando éramos totalmente libres? En ese preciso momento, estábamos en la verdadera edad de oro. Pero luego, todo se desvaneció, cuando nos entregamos a los ortodoxos y dejamos de ser útiles. Después, nos quitamos el vendaje y peleamos por nuestra libertad, por nuestra independencia... (Sollozando arrepentido). El sistema gano la pelea, se hizo más poderoso, y cada pasar del tiempo se va adueñando de nuestra alma, sin contemplación. (Se levanta, lleva la silla a un rincón, regresa y se acuesta en el piso). Tan perdidos estamos, que todos los poderes de estados han caído en una crisis global, que nadie ha sabido controlar. A los países pequeños le es difícil salir rápido de esa crisis por su negligencia de querer explotar lo que ya nada vale. Fuimos tan ignorantes en nuestro tiempo de gloria, que nos reíamos de todo, que hasta fuimos el primer país más feliz del mundo ¿Y ahora donde estamos por nuestra negligencia? ¿Y ahora que hacemos con esas fatuas ideologías, marxista-leninista? Esas ideologías, son absurdas para esta época, aparte no la implementan, como se debe. (Se sienta y señala al lado izquierdo del público). A ellos solo le falta comprarse un gran refrigerador y hacer lo mismo que Gadafí, con sus diestros amigos... ¡Esta crisis, está acabando con nuestra paz! ¡Que insulso y caduco me parece todo! El mundo es un jardín lleno de malezas, invadido por la inmundicia y la putrefacción. (Toma un libro de la mesa, se reincorpora y abre el libro). (Pausa). (Desesperado). Nos convertimos en unos miserables esclavos del dinero, vamos destacando en un molde dictado por el poderoso sistema, somos criaturas hambrientos de miserias, conociendo lo que ellos quieren que conozcamos. Pero la cruel verdad, la ocultan donde nadie es capaz de encontrarla. (Se levanta, coloca el libro en la mesa, camina a buscar la silla y se sienta muy conmocionado). Hablando de secreto, me gusta mucho tocar este tema. La religión es uno de los peores sistemas que lleva desde hace años, una vil alianza con los poderes gubernamentales, adormeciendo al cristiano, con sus cuentos de ficción, que no tiene sentido, ni lógica. Metiéndonos una basura de " y que historia", que nos hace creer pecadores de todo. Se llenan la boca haciéndose llamar divinos. Ja, “divinos“, la estupidez más grande de ellos. En realidad todos somos divinos; porque tenemos vida, porque tenemos espíritu, porque tenemos historia. Sí tan sólo nos quitaramos la venda para llenarnos de sabiduría y ver las atrocidades de este puto sistema... (Se levanta y desordena todo, tirándolo al piso). Sabes lo que pudiera hacer esa iglesia cargada de oro; donde escogen al papa, en una votación ceremonial. Que sólo es una publicidad, para que la gente se conmocionen por tal falsedad. Cuantas barrigas y cuantas enfermedades pudiera esa iglesia eliminar de África, cuantas sociedades en pobreza no pudiera ayudar esa iglesia llena de blasfemia. ¡Hoy en día, soy 100% ateo! Estoy libre del poder del demiurgo, que son esos bastardos, que no quieren que veamos la claridad al otro extremo del túnel. ¿Sabes lo que hacían con esas mentes liberales cómo la mía? Las quemaban viva, para que la gente no tuvieran acceso a sus sabiduría. Lo que pudieran haber hecho esas sabías palabras a está sociedad. Pero no, acabaron hasta con sus pertenecías, para que no se supiera nada de la verdad de su imperio, que se va haciendo rica por la ignorancia de sus seguidores. ¿Sabes? Yo no odio a dios, ni al libro. Cada quién es libre de inventar la historia que quiera. A los que realmente odio son a esos pestilentes, disfrazados de pulcritud, a esos que no nos muestran sus verdaderas caras y pretenden convencernos con esas máscaras adornadas de sabiduría, espiritualidad, santidad y comprensión. ¡Aaaaah! Pura falsedad, eso es lo que son. Acusan de locura a la rebeldía, para que la sociedad no lo tomen en cuenta, para que de la memoria se borren nuestra naturaleza, para que todos seamos gusanos comiendo carne pútridas, para que ellos hagan con nosotros lo que les plascan... ¡Todo lo que nos rodea es un Maldito Sistema! (Se cae, luego se incorpora sentándose y arrastra los libros y el trofeo hasta su regazo tristemente). Lo que pudiéramos hacerle a esos bastardos, en vez de estar aquí sentados viendo como un idiota se expresa y sus palabras se van desvaneciendo con el pasar de los minutos... Todas esas palabras dichas para no ser escuchadas... Tanto tiempo perdido en palabras, que sólo son palabras las cuales solo necesitan una persona que le pongan toda su alma la hora de decirlas... Estoy aquí sentado con el corazón abierto, dedicándole unos minutos de mi tiempo al arte, que con el pasar de los tiempos sigue siendo el templo de la rebeldía. El arte aún puede expresarse libremente. Sin el, no tuviéramos historia, no tuviéramos amor, no le tendríamos aprecio la vida. Aún recuerdo lo que día a día lucharon por este hermoso templo. Oh, inalcanzable Tespis de Icaria... Oh, adorable William Shakespeare... Oh, arrogante André Antoine, y otros que no puedo mencionar, porque el tiempo es mi irreverente enemigo, y me va cortando la vida, con cada pasar de su amenazador segundero... Lo escucho claramente repitiendo la frase; tic... toc... tic... toc... tic... toc... (Se acuesta abrazando sus libros y trofeos).

FIN.